La liturgia de la iglesia católica es tan pero tan rica en diversidad; con diversidad me refiero a que en ella —en la liturgia de la Santa Madre Iglesia— podemos encontrar desde el memorial de la pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios, hasta la celebración de la memoria litúrgica del siervo de Dios, el beato (y seguramente santo muy pronto) Carlo Acutis, quien fue canonizado el pasado sábado 10 de octubre de 2020 en la Basílica de San Francisco de Asís en Asís – Italia. Y es que es preciso, luego de celebrar el pasado sábado 1 de enero la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, que incluso la Santísima Virgen es un pilar necesario en la liturgia de la Esposa de Cristo, la Iglesia.
Una Iglesia sin María es un orfanato. Papa Francisco
Como decía anteriormente, en toda la belleza de la liturgia de la Iglesia católica vemos todo tipo de fiestas y celebraciones, incluso marianas, pues María no puede quedarse atrás. Y ya que comenzamos a hablar de las fiestas marianas del año, las celebraciones marianas más cercanas a estos primeros meses del 2022 son, por ejemplo, Santa María, Madre de Dios el 1 de enero, la purificación de Nuestra Señora el 2 de febrero, Nuestra Señora de Lourdes el 11 de febrero, Nuestra Señora de Fátima el 13 de mayo, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro el 27 de junio, e infinitud de fiestas y celebraciones marianas que sirven para recordarnos a nosotros los cristianos que Dios en su infinita sabiduría y en su entera bondad nos dio por Madre nuestra a su mismísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María.
Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios. Esto significa que somos hermanos adoptivos de Cristo y si María es la Madre de Cristo, entonces también es Madre nuestra. San Pablo VI
Anteriormente mencionado, el pasado sábado 1 de enero la Iglesia en la belleza de su liturgia nos presentaba la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, una celebración que debe hacernos conscientes de que María, por ser Madre de Jesús, también es Madre de Dios, pues Jesús es Dios. Pero adentrándonos más en esta tierna y a la vez sublime fiesta mariana, personalmente considero que la Iglesia, al colocar una memoria mariana el primer día del año, quiere decirnos que es en las inmaculadas manos de María en donde debemos colocar cada uno de nuestros sueños, anhelos y proyectos para este nuevo año que comienza, pues seguramente podemos confiar en que Ella los presentará ante la majestad de su adorado Hijo para que se hagan realidad conforme a su divina voluntad. Como dato curioso, es lindo saber que en muchas comunidades parroquiales realizan una consagración del año que inicia a María Santísima. Que bueno sería que pudiéramos hacer lo mismo, consagrando a la Santa Madre de Dios el año, el mes, la semana, el día que empieza.
En cualquier lugar donde los cristianos se reúnen en oración con María, el Señor dona su Espíritu. Papa Benedicto XVI
En conclusión, creo firmemente que cada celebración litúrgica que nos presenta la Santa Madre Iglesia en la belleza de su santo conocimiento, es para recordarnos que Dios a prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Que la gracia del Señor esté con todos nosotros este 2022.
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John Sergio Reyes León
Publica desde julio de 2020
Soy un joven de 18 años de edad nacido en Bogotá pero residente en Medellín, la ciudad más católica de Colombia. Trato de seguir el ejemplo de los evangelistas al relatar la buena nueva que Dios ha hecho en mi vida. Parafraseando a san Pablo: Ahora no hablo yo, es el Espíritu Santo el que habla en mí.
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