La vocación y el lenguaje del cuerpo femenino

Adán, narra el Génesis, al principio se siente solo y ninguna otra criatura es capaz de saciar ese deseo que siente.

Masculino y femenino son dos modos de estar en el mundo, dos identidades de valor equivalente, ambas enteras y al mismo tiempo incompletas, porque a cada uno le falta algo (lo masculino/lo femenino) que solo posee y puede dar el otro. Esto se traduce en la evidencia de que somos incapaces de engendrar en la soledad, porque solo el encuentro de lo masculino con lo femenino engendra nueva vida. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

Cuando Dios crea por fin a Eva, el varón reconoce en ella a otro “yo”, y en el lenguaje de sus cuerpos, una llamada a la comunión.

La mujer fue formada de una costilla de Adán; no fue hecha de su cabeza, como para tener dominio sobre él; ni de sus pies, como para ser pisoteada por él; sino de su costado, para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y junto a su corazón para ser amada. Matthew Henry

Sin la consecuencia del pecado, ambos encontraron en el otro la totalidad de la belleza de su masculinidad y feminidad. Sus diferencias no les separaban porque veían complementación en ellas.

El cuerpo realmente tiene leyes muy distintas en los dos sexos y la sociedad realmente ha castigado mucho a la mujer por su condición de madre. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

Gracias a la mujer, el primer hombre se comprende a sí mismo. Cómo ya he dicho en artículos anteriores, somos piezas que encajan perfectas en un plan perfecto.

Somos templo de Dios

La mujer —me recordó un amigo hace unos días —es el culmen de la Creación, aparte de la mayor alegría del hombre (la Biblia misma lo deja en manifiesto).

La mujer es una obra maestra de Dios. San Juan Pablo II

El varón percibe la feminidad como un gran misterio y, con una simple mirada, es capaz de reconocer en ella cualidades admirables que él mismo no posee, lo que nos convierte en criaturas cautivantes a sus ojos.

La complejidad femenina resulta evidente desde la infancia, tanto que cualquier madre y cualquier padre reconocen que cuidar y educar a una hija exige estrategias y preocupaciones mucho más matizadas y con frecuencia también más difíciles que ocuparse de un hijo varón.

Desde el cuerpo, la mujer se manifiesta como más compleja y misteriosa. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

El cuerpo femenino, está hecho para ser mujer y madre (erótica y materna), es decir, permitir la entrada al hombre y a la vida.

Todos los meses, por naturaleza, la mujer se prepara físicamente para poder acoger a un hijo. Su entero ser gira entorno a la posibilidad de dar lugar a un gran milagro.

En tal caso, la criatura se nutrirá y crecerá dentro de ella durante varias semanas, cobijándolo con su propia vida, hasta que llegue el momento en el que esta pueda nacer al mundo.

El hombre toma forma en su cuerpo y en su mente, se nutre de ella. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

Como entregarse es exponerse al sufrimiento, esta apertura, hace de la mujer una criatura vulnerable (que no débil), receptiva (capacitada para sostener el amor) y físicamente acogedora.

El cuerpo de un hombre, por otro lado, deja en manifiesto su naturaleza de iniciador, protector y proveedor de la vida; motivo por el cual, al reconocer el valor de la mujer, desarrollan un instinto bienintencionado de cuidado hacia nosotras.

Dejar que los hombres sean hombres

Por desgracia, cuando el hombre no es capaz de entender correctamente el origen de esa admiración, termina confundiendo la belleza y el valor percibido con mero deseo.

Hoy en día las mujeres encuentran muchísimos hombres dispuestos a ofrecerles una noche de sexo, casi ninguno que les ofrezca una relación de amor. Aún así, todas siguen deseando ser queridas, encontrar respeto, afecto, ternura y reciprocidad. Estoy segura de que muchos hombres sabrán ofrecerles lo que buscan. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

El corazón femenino, al igual que su cuerpo, también se encuentra especialmente predispuesto a acoger (lo que le hace más tierna, dulce y cariñosa). Esta apertura tiene en consecuencia una mayor posibilidad de ser dañado.

Para hacernos vulnerables, las mujeres necesitamos sentir que los hombres son de confianza, que saben cuidar y tratar bien nuestro corazón, escucharnos…

Cuando una mujer es herida (tanto física como moralmente) reacciona cerrándose y negando la belleza de su naturaleza, lo que puede llevarla a minusvalorarse en la búsqueda de volver a sentirse querida, o a perder parte de su esencia, adaptando una falsa masculinidad como coraza protectora.

Si la mujer pierde conciencia de sí misma y de los dones que porta, la vida de todos se empobrece, se vacía y se vuelve más árida. Erótica y materna, Mariolina Ceriotti Migliarese

El modelo perfecto de mujer se encarna en la Virgen María. Debido a su grandísimo amor por Dios, no ha existido nunca mujer más vulnerable.