En el mundo de la comodidad y la inmediatez hemos normalizado la pereza como característica propia del ser humano. La auto-aceptación se ha convertido en excusa para tolerar los defectos más grandes, convirtiendo el “amor propio” en una nueva religión, y si el otro no te acepta tal cual eres, de seguro la culpa no es tuya, es de él y su incapacidad de tolerarte, ¡vaya nivel de egoísmo!
El individualismo ha llegado a tal punto que se nos ha vuelto más fácil seguir hiriendo al prójimo que trabajar en aquellos defectos que con voluntad y esfuerzo pueden ser perfeccionados. No tratemos de justificar nuestros errores con la floja excusa de que Dios nos hizo así y así nos ama, Él nos ha creado con el propósito de que nos purifiquemos en el fuego de Su amor, cual oro en el crisol (cfr. Job 23, 10; Proverbios 17, 3)
A través de este artículo me he propuesto llevarte a un viaje, por medio del cual tú mismo descubras la belleza que trae consigo la formación del carácter, no solo para tu vida cristiana o espiritual, sino también como aquel vehículo que te permitirá consolidar una mejor relación con tus semejantes y tu entorno cercano.
El carácter es el resultado de la lucha ardua, de la autoeducación, de la abnegación, de la batalla espiritual sostenida con virilidad. Y esta batalla ha de librarla cada uno por sí solo, hasta que venza. Mons. Dr. Tihamér Tóth, La joven de carácter
La saga de Star Wars o la Guerra de las Galaxias ejemplifica claramente la importancia de la formación del carácter. En ella vemos las dos caras de la moneda, o mejor, de la fuerza – para efectos del presente artículo entiéndase la fuerza como el carácter -. De esta forma, el carácter puede llevarnos al lado oscuro o al lado de la luz; todo depende de cuan dispuestos estemos a entrenarnos.
Entrénate a ti mismo para dejar ir todo aquello que temes perder. Maestro Yoda
En primer lugar, la orden Jedi entrena a cada Padawan, o pequeño aprendiz, con la finalidad de que estos logren despojarse de todo sentimiento de ira, miedo u odio que pueda llevarlos a actuar mediados por la pasión del momento, y no por la paz, serenidad y armonía, propias del código de la orden. En el lado contrario, se encuentran los Sith seres de oscuridad que siempre actúan perturbados por la pasión y las ansias de poder.
Asimismo, es imprescindible, tanto para la vida de fe, como para la vida profesional y personal, la educación del carácter; especialmente para responder, desde la virtud, a todas aquellas situaciones externas que no logramos dominar.
Te preguntarás, pero ¿cómo se forma el carácter? Los Jedis también tienen la respuesta a esta pregunta: mediante el conocimiento, pero no un conocimiento de aspectos exteriores, sino el conocimiento de uno mismo. He aquí la importancia de reconocer nuestra historia, heridas, puntos débiles que puedan estar incidiendo de manera indirecta en la forma en la que hoy nos comportamos y cómo se desarrollan nuestras relaciones interpersonales. Nos hace falta parar un momento y mirar hacia adentro.
Enfrentar el miedo es el destino del Jedi. Luke Skywalker
Todo Jedi tiene un pasado que puede convertirse en su debilidad; como en el caso de Anakin Skywalker, a quien el miedo a perder a su amada Padme, le convirtió en su peor versión, Darth Vader. O también un pasado que puede darle sentido a tu lucha presente, como sucede con Luke Skywalker.
Quiero aprender del pasado, pensar en el porvenir y para eso hacer fructificar el presente… Mons. Dr. Tihamér Tóth, La joven de carácter
Los miedos sólo son vencidos mediante la disciplina, otro aspecto propio de código Jedi, quien debe aprender a dominar sus temores, para lograr ver su realidad con objetividad, y no desde la pasión propia del sentimiento desordenado.
No combates lo que odios, salvas lo que amas. Rose Tico
Como seres naturalmente sociales, debemos darle trascendencia a nuestro pasado, no estancarnos en él, pues si no nos reconocemos a nosotros mismos estaremos reproduciendo las heridas del ayer, y peor aún, hiriendo con nuestro pasado a seres queridos.
Descubrir la belleza y la importancia de la formación del carácter en la cotidianidad debería ser una de las tareas más apremiantes de la persona, pues de nada vale desgastarnos en alcanzar logros exteriores si primero no somos capaces de hacer de nosotros mismos una obra de arte que refleje la virtud.
Por otra parte, la estética de los Sith refleja cómo se ve nuestro interior cuando dejamos que el miedo, la ira, el rencor determine nuestro carácter; sólo el alma mediada por la paz y el ejercicio de la voluntad es capaz de reflejar la belleza.
Hoy más que nunca la sociedad demanda personas de carácter, en palabras de Mons. Dr. Tihamér Tóth: “cuyos principios de vida sean firmes y justos, cuya voluntad no se arredre ante las dificultades…”. Estas pequeñas líneas pretenden motivarte a iniciar la gran aventura de la formación del carácter.
Poner en orden primero la casa – tu corazón, tu alma, tu mente – siempre será el primer paso para lograr el cambio que deseas allá afuera, pues la paz no se compra, se conquista ¡Que la fuerza te acompañe!
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María Paola Bertel
Publica desde mayo de 2019
MSc en desarrollo social, pero lo más importante: soy un alma militante, aspirando a ser triunfante. Me apasiona escribir lo que Dios le dicta a mi corazón. Aprendí a amar en clave franciscana. Toda de José, como lo fue Jesús y María.
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